Arianna Hufftington: “Tenemos la oportunidad de cambiar”
Considerada una de las mujeres más influyentes del mundo, dejó la industria de los medios para luchar contra el “burnout” y convencernos de algo tan básico, pero necesario, como dormir. Aquí habla del mundo post-Covid 19.
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Desde Londres
uando fundó The Hufftington Post en 2005, Arianna Hufftington transformó la industria de los medios de comunicación en línea.
Tras una severa crisis de estrés dos años después y la venta del HuffPost, primero a AOL y luego a Verizon, Hufftington dejó los medios e hizo de la batalla contra el burnout su nueva campaña.
En 2016 fundó Thrive Global, la empresa tecnológica desde la que asesora a empresas, comunidades y personas para "cambiar la forma en que trabajamos y vivimos terminando con la ilusión colectiva de que el burnout es el precio que debemos pagar por el éxito".
El estreno de su emprendimiento estuvo acompañado del lanzamiento de dos libros, en los que defiende que hay, que debe haber, otra forma de vivir, y para ello hay que comenzar por dormir lo suficiente. Cuatro años después, Thrive reporta más de un centenar de clientes corporativos y una audiencia de 33 millones de usuarios de sus distintas plataformas. La última de ellas es una aplicación con meditaciones dirigidas por celebridades que ayudan a las personas a dormir.
Un éxito inesperado. Contrario a lo que ha sucedido con otras empresas, la cuarentena impuesta por la pandemia ha dado más relevancia a Thrive y al mensaje de Hufftington.
"La pandemia ha puesto de relieve la crisis de la salud mental de una manera nueva e inmediata, de una forma que ya no puede ser ignorada", responde por escrito para esta entrevista.
Uno de los principales cambios que ha generado la cuarentena -afirma- es terminar con el mito alrededor del balance "vida/trabajo". "Siempre se ha basado en la premisa equivocada de que son cosas separadas. La pandemia nos ha obligado a llevar nuestra vida laboral a nuestro hogar y a darnos cuenta de que el trabajo y la vida son la misma cosa, y que suben y bajan juntos", afirma.
-¿Cambiarán esta pandemia y el aislamiento nuestra forma de trabajar/vivir permanentemente?
-Es imposible exagerar cuánto y con qué rapidez la crisis del coronavirus ha cambiado la forma en que trabajamos y vivimos. Estudios mundiales muestran -y muchos de nosotros lo estamos descubriendo- que trabajar desde casa no facilita necesariamente el sueño y el ejercicio que necesitamos, la desconexión de la tecnología y la reducción del estrés.
No hay vuelta atrás. La pandemia ha dejado muy en claro que no podemos seguir viviendo y trabajando de la manera en que lo hemos hecho, sin aliento y siempre conectados. Las víctimas de esta forma de vida han proliferado durante años: el aumento vertiginoso de enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión; el aumento de problemas de salud mental como la depresión y la ansiedad, el aumento del estrés y el agotamiento, que la Organización Mundial de la Salud identificó el año pasado como una enfermedad laboral.
Antes de la pandemia no faltaban las pruebas científicas sobre la necesidad de cambiar la forma en que trabajamos y vivimos, para tener vidas más saludables y con sentido. La crisis ha dejado brutalmente claras las consecuencias de ignorar esto y ha subrayado la urgencia de construir un futuro en el que nuestra salud física y nuestra capacidad de resiliencia mental estén en primer plano.
-¿Podríamos experimentar también cambios en nuestros hábitos de consumo? Algunos esperan que después del aislamiento, la gente vuelva a consumir como antes, y con ello, revivir la economía. ¿Cree que eso es posible? Personalmente, no veo ninguna motivación para comprar nada más que comida o libros.
-Sí, cambiarán absolutamente nuestros hábitos de consumo. Todos nos hemos visto obligados a hacer una pausa, y estamos descubriendo que ciertas partes de la vida no eran tan esenciales como pensábamos, e igual de importante, redescubrir ciertas partes esenciales que habíamos olvidado. Es una especie de ejercicio de Marie Kondo para toda nuestra vida, quitando lo que no es necesario y concentrándonos en lo más esencial para nuestra naturaleza. Como dijo el Papa Francisco en la bendición que dio mientras rezaba por el fin del coronavirus, "es un tiempo para elegir lo que importa y lo que es temporal, para separar lo que es necesario de lo que no lo es".
- En su libro Third World America usted cuestiona el modelo que está acabando con la clase media ¿Es este el momento para hacer los cambios necesarios para recuperar la clase media (no sólo en EEUU) y con ella la democracia, y al mismo tiempo lograr la mejor calidad de vida que postula en su libro Thrive?
-Sí, las severas pruebas de la pandemia han revelado debilidades fundamentales en nuestra sociedad, muchas de las cuales conocíamos, pero nos conformamos con ignorar. Tenemos la oportunidad de cambiar porque tenemos que hacerlo, de emerger en un mundo que no es simplemente nuevo, sino mejor, más justo y compasivo que el que dejamos atrás.
El desafío que tenemos ante nosotros no es simplemente aplanar la curva de las infecciones de coronavirus. Si vamos a salir de esta crisis más fuertes, más sanos y resistentes, también debemos aplanar las curvas de las enfermedades crónicas, los problemas de salud mental, las desigualdades y el cambio climático. Y luego, después de aplanar las curvas, debemos comenzar a revertirlas. Navegar con éxito en esta pandemia no significa volver al status quo.
Significa abordar las alertas ignoradas que definieron el mundo pre-Covid, y reemplazarlo por uno mejor.
-¿Cuál sería una lección que personas y empresas deberían sacar de la cuarentena?
-Esta crisis es un momento para imaginar un mundo mejor que el que dejamos atrás, tanto para los individuos como para las empresas. Y lo que puede ayudarnos a imaginar y construir el futuro es mirar al pasado y aprovechar su sabiduría -desde los estoicos hasta el Bhagavad Gita, pasando por Lao Tzu y las tradiciones Zen del Japón, se nos recuerda con fuerza lo que la cultura moderna ha olvidado: todos tenemos dentro de nosotros un lugar centrado en la sabiduría, la armonía y la fuerza. Y como la vida se forma de adentro hacia afuera, si perdemos nuestra conexión con ella, nuestra vida se desenreda.
La pandemia ya ha acelerado el cambio cultural en torno a la salud y el bienestar. La idea de que el agotamiento es simplemente el precio que tenemos que pagar por el éxito se verá como lo que es: una ilusión colectiva. La nueva normalidad que surge de la pandemia se basará en la ciencia que muestra que sólo podemos rendir al máximo cuando también nos tomamos el tiempo para recargarnos y cuidarnos. Y que esto también es la base tanto de nuestra inmunidad física como de nuestra resistencia mental".